DIARIO DE TRANSICIÓN AL «BAREFOOT» I

Después de una operación en rodilla por condromalacia rotuliana, mi ilusión era volver a correr, no sin grandes aspiraciones pero al menos poder hacer alguna ruta y disfrutar del running al menos como entrenamiento para otras empresas.

Pero tras sesiones superiores a 30 minutos varios días a la semana, volvían los dolores y aconsejaba buscar alternativas a la carrera. Después de leer mucho al respecto, devorar los famosos “Nacidos para Correr” y el “Corre Chi” https://nomaslesiones.com/news/enlace-pdf-el-correr-chi/ y sobre todo al acudir al primer encuentro nacional de corredores descalzos celebrado en Montilla.

Me animé a experimentar conmigo y comprobar los beneficios del “barefoot” y si era cierto que gracias al correr descalzo muchos corredores/as han vuelto a disfrutar corriendo y olvidar grandes lesiones.

Mi primer problema fue luchar contra la gran frase de las madres ¡niiiiññoooo no andes descalzo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ jamás pensé que me había calado tan hondo porque era incapaz de ir de la cama al baño descalzo y menos en invierno, el objetivo era ser el mayor tiempo posible un “pies sucios” al menos había que intentar andar con calcetines.

El segundo, luchar contra la sociedad porque ese loco va descalzo, solución para evitar dar explicaciones y ya que en mi pueblo soy un pionero al respecto y no hay cultura descalza (salvo promesas en Semana Santa) me decido ir a un polígono de nueva creación a hacer las primeras sesiones. He de confesar que las primeras veces mi mente me impedía hacerlo totalmente descalzo y usaba calcetines ya que era invierno, hasta que comprobé por mi mismo que a los pocos minutos el pie entraba en calor y desaparecía la sensación de frío.

Por tanto las primeras sesiones mi compañero de entrenamiento “Hori” (un perro labrador) nos desplazábamos en coche al polígono y hacemos las primeras carreras (2×3´, 2×4´ así sucesivamente hasta completar 15 minutos) volvíamos a casa y hacíamos unos ejercicios de propiocepción https://nomaslesiones.com/news/video-de-ejercicios-de-propiocepcion-del-tobillo/  los días de lluvia que íbamos al gimnasio hacíamos una sesión en la cinta (aquí por higiene siempre con calcetines) ante los atónitos ojos de los usuarios y con el inconveniente que la cinta se calienta y en ocasiones nos quemaba.

En esas primeras sesiones se nos cargaban un poco los gemelos (con unas buenas agujetas los días siguientes) y poco más, eso si la sensación de libertad era brutal y era difícil de controlar la euforia (nos percibíamos como el gran M. Johnson con su técnica  perfecta) y frenar para no hacer más tiempo del planificado, era tal el “subidón” que quería más pero la mente hacia su trabajo y daba prudencia para evitar cualquier lesión. Pero la lesión apareció, fue una sobrecarga o tendinitis en el astrálago, dijo el médico y la terapia estaba clara “si te duele al correr y más descalzo no corras”, lo cierto es que el dolor fue por un problema de ajuste de la bici con las calas y el sillín pero era más fácil echarle la culpa a eso del “barefoot”.

Tras unas semanas sin correr y con trabajo de propiocepción y fortalecimiento de planta, tobillo, gemelos, tibiales, sóleo y el trabajo del compex con los programas de fuerza y capilarización conseguimos eliminar la molestia. (por supuesto los antiinflamatorios que nos recetó el médico se quedaron en la farmacia).

Segundo intento comenzamos desde el principio, 2×3´,2×4´… más propiocepción y continuamos con compex tanto en tonificación como en capilarización, cuando llegamos a los 15 minutos introducimos un nuevo elemento, unas zapatillas “new feel” sin calcetines y sin plantilla y vamos progresando haciendo tiradas que superan las 30 minutos e intentamos el último km hacerlo totalmente descalzo.

Se pierden sensaciones pero la mente parece que va más relajada al dejar de ir obsesionada con evitar cualquier cortante del suelo (aún así hay piedras que duelen), las sobrecargas de gemelos van desapareciendo, los 180 pasos por minutos son asequibles y no hay que contar salen automáticos, la condición física se mejora y las pulsaciones bajan a ritmo similar, progresivamente reducimos tiempos por recorridos que hacíamos con las antiguas zapatillas amortiguadas y con su talonamiento, vamos más ágiles, más rápidos, menos cansados…será euforia?, extra de motivación?, efecto placebo?…

El caso es que nos animamos a hacer nuestra primera carrera, sin mayor pretensión que disfrutar corriendo junto a más personas, así que Hori y yo nos apuntamos a hacer un canicross de 6kms, los días previos había llovido, había una fuerte pendiente, piedras sueltas…decidimos hacerlas con unas viejas zapatillas amortiguadas de casi 2 años, parecía que teníamos muelles en los pies y acabamos la carrera con muy buenas sensaciones y sin molestias en la rodilla.

Ya que al correr descalzo aparte de las virtudes anteriormente comentadas la rodilla chillaba algo, no preocupante pero molestias había y nos hizo reflexionar. Tal vez como todo en ésta vida habrá que buscar el término medio, es decir hacer sesiones con minimalistas y/o descalzo y otras de más kilometraje o por terrenos algo más complicados con las amortiguadas, tal vez las mejoras de técnica y fuerza junto a la protección del calzado me puede hacer disfrutar con más seguridad de cara a la prevención de lesión o no sobrecargar la rodilla operada.

Tras 4 meses de barefoot-minimalismo estamos en sesiones de 30-40 minutos sin lesiones (alguna molestia en rodilla que ya se producían antes pero ahora nos permite más tiempo semanal de running) seguiremos investigando para ver si:

–          El barefoot disminuye el número de lesiones.

–          Si será una moda más que vende panaceas y luego pasará al olvido sin conseguir lo que pretendía.

–          Si es otra estrategia de marketing para que compremos primero unas zapatillas de transición, luego unas minimalistas y finalmente volvamos a unas amortiguadas (de momento hemos invertido 10 euros en las “new feel”, aunque hemos de confesar que estamos deseando de pillar unas con suela vibram)

Qué SI hemos comprobado:

–          Es una actividad muy placentera, muy motivante, que dan gran sensación de libertad y te deja siempre el gusto de querer más.

–          Hemos recuperado sensibilidad en los pies, volvemos a tener muchas cosquillas. Mucha más movilidad en los dedos y pies más musculados.

–          Hemos mejorado la técnica, vamos más rápido (180 ppm) y con menor sensación de cansancio al acabar la sesión.

–          En alguna ocasión hemos padecido fascitis plantar y periostitis, no se han manifestado de momento, la condromalacia que provocó la operación tampoco, si se resiente articulación tal vez por la artrosis existente.

–          Hemos retirado plantillas ortopédicas de calzado sin consecuencias, es más hay estudios que dicen que suelen ser el primer remedio por solo un porcentaje menor al 40% consigue los objetivos perseguidos, en nuestro caso las plantillas no nos han ayudado. (No decimos que sean efectivas simplemente que a nosotros no nos han servido).

–          Hay gente que dice que no necesita estirar, simplemente permanecer unos minutos en la posición de cuclillas y ya le basta (más aún con todas las teorías que recomiendan no estirar sobre todo antes y tampoco al terminar y si acaso incluir alguna sesión, pero nuestra experiencia nos dice que hay muchas lesiones por acortamientos), nosotros si estiramos sobre todo la cadena posterior al completo e incluimos ejercicios de core https://nomaslesiones.com/news/ficha-de-pilates-para-trabajar-el-%22core%22-del-corredor-de-monta%C3%B1a/  nos beneficia tanto física como mentalmente, mejoramos tono del centro de gravedad, evitamos descompensaciones musculares, y nos ayuda a relajar y recuperar.

–          Que eso que nos han vendido las grandes marcas que las zapatillas hay que cambiarlas después de x kms, es falso después de correr descalzo te pones unas amortiguadas por muy viejas que sean y parecen que vas flotando.

–          Que las grandes marcas están reduciendo el drop de sus zapatillas y los cms de amortiguación. E incluso alguna que modifica la suela para asegurar la fase de caída con la parte anterior del pie.

–          Antes de “si te duele al correr no corras” receten unas clases de técnica de carrera, un poco de propiocepción y un trabajo de fuerza de todas las cadenas y seguro que la mayoría de las lesiones remitirán y se hará un gran trabajo de prevención.

 

Ya os comentaremos como evolucionamos en nuestro Diario de transición II

Leer más: https://nomaslesiones.com/webantigua/www.nomaslesiones.com/blog/newscbm_772727/25/index.html

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